Las dudas que surgieron en saber si el tridente (Domínguez, Cavenaghi y Trezeguet) se iba a mantener frente a Huracán el sábado en el Monumental comenzaron cuando Matías Almeyda convocó al delantero franco argentino para jugar frente a Quilmes el jueves pasado por la Copa Argentina.
Mucho se dudo en si Trezeguet estaba en condiciones físicas para jugar jueves y sábado: "Estoy para jugar dos partidos en una semana" declaró el delantero para quitar cualquier tipo de dudas. El entrenador millonario lo sacó del campo del juego a los 16 minutos del segundo tiempo, cambio que daba a entender que fue para reservar y cuidar al jugador para el partido del fin de semana por el torneo de la B Nacional.
"Voy a definir el equipo a partir del jueves" afirmó Almeyda cuando le preguntaron si iba a mantener el tridente ofensivo. Y así fue. El pelado decidió volver al 4-4-2, sistema que utilizó la mayoría del torneo, y que trajo resultados mas positivos que el 4-3-1-2. Si bien no tuvo la misma cantidad de tiempo de trabajo para aceitar este esquema, el DT sabe que River no puede perder más puntos -menos de local- y vuelve a confiar en la táctica que le trajo mejores resultados.
Cavenaghi regresó al club por amor y resignó varios billetes para poder sacar a River de esta situación. Aportó 17 goles en lo que va del torneo y es el capitán del equipo. Trezeguet es capaz de ganar el partido de la nada, con su experiencia y cuota goleadora. Es el precio que tiene que pagar Almeyda por tener a los dos mejores 9 del país. Como bien dijo la semana pasada cuando sacó a Cavenaghi y Domínguez juntos, "River está por encima de todos". Y esta bancando la parada.
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