Las dudas que surgieron en saber si el tridente (Domínguez, Cavenaghi y Trezeguet) se iba a mantener frente a Huracán el sábado en el Monumental comenzaron cuando Matías Almeyda convocó al delantero franco argentino para jugar frente a Quilmes el jueves pasado por la Copa Argentina.
Mucho se dudo en si Trezeguet estaba en condiciones físicas para jugar jueves y sábado: "Estoy para jugar dos partidos en una semana" declaró el delantero para quitar cualquier tipo de dudas. El entrenador millonario lo sacó del campo del juego a los 16 minutos del segundo tiempo, cambio que daba a entender que fue para reservar y cuidar al jugador para el partido del fin de semana por el torneo de la B Nacional.
"Voy a definir el equipo a partir del jueves" afirmó Almeyda cuando le preguntaron si iba a mantener el tridente ofensivo. Y así fue. El pelado decidió volver al 4-4-2, sistema que utilizó la mayoría del torneo, y que trajo resultados mas positivos que el 4-3-1-2. Si bien no tuvo la misma cantidad de tiempo de trabajo para aceitar este esquema, el DT sabe que River no puede perder más puntos -menos de local- y vuelve a confiar en la táctica que le trajo mejores resultados.
Cavenaghi regresó al club por amor y resignó varios billetes para poder sacar a River de esta situación. Aportó 17 goles en lo que va del torneo y es el capitán del equipo. Trezeguet es capaz de ganar el partido de la nada, con su experiencia y cuota goleadora. Es el precio que tiene que pagar Almeyda por tener a los dos mejores 9 del país. Como bien dijo la semana pasada cuando sacó a Cavenaghi y Domínguez juntos, "River está por encima de todos". Y esta bancando la parada.
viernes, 13 de abril de 2012
jueves, 12 de abril de 2012
River y un triunfo ajustado en San Juan
Más que nada el triunfo era necesario, sirvió para traer tranquilidad -al plantel, al cuerpo técnico, dirigentes e hinchas- luego del cachetazo sufrido frente a Atlanta. También para que Daniel Passarella no tenga que concurrir al entrenamiento y que cualquier tipo de rumor quede totalmente despejado.
River consiguió en San Juan la clasificación a cuartos de final de la Copa Argentina tras vencer por 2 a 1 a Quilmes con un mix que ofreció mas suplentes que titulares.
El primer tiempo fue aburrido, los dos se prestaban la pelota y cuando se intentaba jugar por abajo el partido se trabó demasiado. Un cabezazo de Juan Manuel Díaz que pasó apenas por arriba del travesaño tras un tiro libre del "Maestrico" González y el gol de David Trezeguet -jugadón de Funes Mori- fueron las únicas dos situaciones de peligro que creó River en los primeros 45 minutos.
Por su parte, Quilmes fue el que intentó manejar prolija la pelota e hizo volar a Chichizola con un cabezazo de Cauteruccio. Los dirigidos por Omar de Felippe merecían un poquito mas, hasta que llegó el gran goleador que tiene River, el gran David Trezeguet, y terminó de desmoralizar a los quilmeños.
El segundo tiempo fue mas tranquilo para los de Nuñez, con el resultado a favor mantenían cierta calma y hacían circular la pelota hasta llegar al arco que defendía Dulcich. La salida de Trezeguet -adentro Villalva- a los 16 minutos indicó algo y daba a entender que será de la partida frente a Huracán el sábado en el Monumental.
El "Keko" se mostró movedizo, pidiendo todas las pelotas y hasta se animó a habilitar después de su gol que llegó tras sacarse un rival de encima y definir desde afuera del área con un derechazo al ras del piso y al segundo palo del arquero.
Para las estadísticas quedó el derechazo de Cauteruccio ya que River consiguió lo que fue a buscar: triunfo y tranquilidad.
River consiguió en San Juan la clasificación a cuartos de final de la Copa Argentina tras vencer por 2 a 1 a Quilmes con un mix que ofreció mas suplentes que titulares.
El primer tiempo fue aburrido, los dos se prestaban la pelota y cuando se intentaba jugar por abajo el partido se trabó demasiado. Un cabezazo de Juan Manuel Díaz que pasó apenas por arriba del travesaño tras un tiro libre del "Maestrico" González y el gol de David Trezeguet -jugadón de Funes Mori- fueron las únicas dos situaciones de peligro que creó River en los primeros 45 minutos.
Por su parte, Quilmes fue el que intentó manejar prolija la pelota e hizo volar a Chichizola con un cabezazo de Cauteruccio. Los dirigidos por Omar de Felippe merecían un poquito mas, hasta que llegó el gran goleador que tiene River, el gran David Trezeguet, y terminó de desmoralizar a los quilmeños.
El segundo tiempo fue mas tranquilo para los de Nuñez, con el resultado a favor mantenían cierta calma y hacían circular la pelota hasta llegar al arco que defendía Dulcich. La salida de Trezeguet -adentro Villalva- a los 16 minutos indicó algo y daba a entender que será de la partida frente a Huracán el sábado en el Monumental.
El "Keko" se mostró movedizo, pidiendo todas las pelotas y hasta se animó a habilitar después de su gol que llegó tras sacarse un rival de encima y definir desde afuera del área con un derechazo al ras del piso y al segundo palo del arquero.
Para las estadísticas quedó el derechazo de Cauteruccio ya que River consiguió lo que fue a buscar: triunfo y tranquilidad.
miércoles, 11 de abril de 2012
Matías Almeyda: "Yo no subestimo a nadie"
Luego de la -inesperada- derrota frente a Atlanta, el técnico "bohemio", Carlos Roldán, manfiestó que el conjunto de Nuñez subestimo a su equipo y que esa fue una de las principales razones por la que "se comieron un baile tremendo".
Matías Almeyda salió a responder, siempre respetuosamente y sin entrar en polémicas, algunas cuestiones que quedaron en el aire luego de la derrota frente al último equipo del Nacional B. Comentó que el resultado del último sábado "cayó como un baldazo de agua fría pero hay que salir a revertir la situación". También destacó que River está jugando finales desde que empezó el torneo y que los rivales dan todo cada vez que le toca jugar frente a sus dirigidos. Resaltó que es la 4ta derrota del año -primera en lo que va del año- y que es un torneo muy parejo entre varios equipos que además tiene el condimento que motiva a cualquiera que River esté en la B.
Aún no sabe los once que enfrentarán a Huracán, pero sí tiene claro que llevó a David Trezeguet a San Juan para que juegue desde el arranque y, según sus declaraciones, el equipo que saldrá el sábado lo empezará a alinear el jueves.
Por último, manifestó que "River tiene que volver a la A respetando a todos los rivales" y expresó que "yo no subestimo a nadie, por eso nunca hablo de ningún planteo o merecimiento por parte del otro equipo".
Matías Almeyda salió a responder, siempre respetuosamente y sin entrar en polémicas, algunas cuestiones que quedaron en el aire luego de la derrota frente al último equipo del Nacional B. Comentó que el resultado del último sábado "cayó como un baldazo de agua fría pero hay que salir a revertir la situación". También destacó que River está jugando finales desde que empezó el torneo y que los rivales dan todo cada vez que le toca jugar frente a sus dirigidos. Resaltó que es la 4ta derrota del año -primera en lo que va del año- y que es un torneo muy parejo entre varios equipos que además tiene el condimento que motiva a cualquiera que River esté en la B.
Aún no sabe los once que enfrentarán a Huracán, pero sí tiene claro que llevó a David Trezeguet a San Juan para que juegue desde el arranque y, según sus declaraciones, el equipo que saldrá el sábado lo empezará a alinear el jueves.
Por último, manifestó que "River tiene que volver a la A respetando a todos los rivales" y expresó que "yo no subestimo a nadie, por eso nunca hablo de ningún planteo o merecimiento por parte del otro equipo".
Equipo casi confirmado para enfrentar a Quilmes
La dupla ofensiva que eligió Matias Almeyda -llega hoy al mediodía a San Juan- fue la de David Trezeguet y el mellizo Rogelio Funes Mori. Dos delanteros que jugaron un puñado de partidos juntos y, cuando no el franco argentino no era titular, sumaron varios minutos en cancha entrando desde el banco de suplentes.
En la mitad de la cancha el pelado Martín Aguirre se moverá por el costado derecho mientras que el medio estará tomado por dos cincos: Nicolás Domingo y Cristhian "Lobo" Ledesma.
La defensa mantendrá a los dos sancionados que no podrán jugar contra Huracán el sábado por el torneo, Ramiro Funes Mori como segundo marcador central y Juan Manuel Díaz como lateral izquierdo.
De esta manera los once del "Pelado" Almeyda serían: Leandro Chichizola; Luciano Abecasis, Germán Pezzella, Ramiro Funes Mori, JM Díaz; Martín Aguirre, Cristhian Ledesma, Nicolás Domingo, César González; Rogelio Funes Mori y David Trezeguet.
En la mitad de la cancha el pelado Martín Aguirre se moverá por el costado derecho mientras que el medio estará tomado por dos cincos: Nicolás Domingo y Cristhian "Lobo" Ledesma.
La defensa mantendrá a los dos sancionados que no podrán jugar contra Huracán el sábado por el torneo, Ramiro Funes Mori como segundo marcador central y Juan Manuel Díaz como lateral izquierdo.
De esta manera los once del "Pelado" Almeyda serían: Leandro Chichizola; Luciano Abecasis, Germán Pezzella, Ramiro Funes Mori, JM Díaz; Martín Aguirre, Cristhian Ledesma, Nicolás Domingo, César González; Rogelio Funes Mori y David Trezeguet.
sábado, 7 de abril de 2012
Boudou y una nueva versión de su mentira
En la soledad más absoluta, hablando desde la austeridad del Senado sin los oropeles habituales y los aplausos infaltables de la Casa Rosada, con un rictus constante que pretendía ser una sonrisa, Amado Boudou despotricó ayer contra todos los que pretende construir como culpables de sus males. Pero en su exasperado monólogo ante la prensa eludió el único tema de verdadero interés : no mencionó ni explicó qué significa que las expensas de su departamento en Puerto Madero hayan sido pagadas por Alejandro Vandenbroele, un hombre al que dijo no conocer, que está señalado como su testaferro y que es clave en la maniobra que permitió a la firma The Old Fund quedarse con el manejo de la estratégica imprenta de billetes Ciccone. Una recomendación a la AFIP hecha por Boudou, entonces ministro de Economía, fue clave en ese turbio proceso.
La primera confirmación del vínculo entre Boudou y Vandenbroele, obtenida en el allanamiento del miércoles en Puerto Madero, alumbra una conclusión simple: Boudou miente .
No se trata de una cuestión de derecho: desde ya, nadie está obligado a declarar en su contra. Es una cuestión política, el rubro en el cual el vicepresidente muestra estar alarmantemente flojo de papeles.
Ese “Boudou miente” , que ahora empieza a corporizarse en la Justicia, había sido anticipado en la política por panfletos arrojados dentro del recinto del Congreso el 1° de marzo, cuando la Presidenta habló allí al abrir el año parlamentario. Aquella lluvia ominosa fue atribuida a allegados a Guillermo Moreno, declarado enemigo del vicepresidente en la interna del Gobierno. Nadie lo desmintió.
La mentira de Boudou, mal disimulada debajo de su catarata de insultos y amenazas, puede complicarlo judicialmente. Pero en política hay algo tanto o más peligroso para él: se esconde todo el tiempo detrás de la fortaleza de la Presidenta y así la hace potencial copartícipe de su deterioro. El costo político, de aquí en más, podría ser compartido.
Comprometer la figura de Cristina para defender su posición personal es algo que no debería hacer un hombre de bien, ni un político leal y valiente. Boudou parece no transitar por ninguno de esos atributos. La constante alusión, en su monólogo de ayer, a su comunión con la Presidenta; el “nosotros” usado impúdicamente para pretender hacerse socio de un respaldo popular que es infinitamente más para ella que para cualquier otro, desnudan esa intención de Boudou de buscar refugio detrás de Cristina. Más allá, incluso, de la versión –publicada el último domingo en Clarín y nunca desmentida– acerca de que él mismo siente que la Presidenta ya lo dejó librado a su suerte.
Quizás Boudou suponga que recitar el catálogo completo de consignas y sofismas del relato cristinista podrá ponerlo a resguardo del avance de la investigación judicial. Es lo que hizo ayer. Además de una evidente inconsistencia argumentativa, esto implica la ignorancia de un principio básico de la política : a todo caído en desgracia se lo acompaña hasta el cementerio, pero de sus puertas para adentro debe seguir solo. Y el vicepresidente, es notorio, tiene dificultad hasta para encontrar quienes lo acompañen en este tramo inicial de su declinación.
En su diatriba, acusó a los medios, a sus propietarios y a sus periodistas, de llevar adelante una “operación mediática” para perjudicarlo. Enseguida bordeó el ridículo cuando pretendió dar clases de periodismo profesional a los periodistas profesionales que lo escuchaban en el Senado y a los que ofendió con desdén. Difícil que una pretendida lección ejemplar pueda provenir de quien le ha bajado el valor a su palabra y a su integridad hasta niveles de subsuelo.
Aseguró además que se pretendía establecer “un cerco mediático para romper el orden constitucional” . Otra mentira de Boudou, absurda e incomprobable. Hace falta más que un slogan para aclarar su situación en la investigación sobre su papel y el de sus amigos de correrías en las maniobras con Ciccone.
Hay temporalidades indecorosas: la recomendación de Boudou a la AFIP para que ayude a Ciccone se produjo doce días después de la muerte de Néstor Kirchner , cuando el entonces ministro era la nueva estrella en ascenso en el poder.
El juez Daniel Rafecas fue otro foco de las acusaciones con las que Boudou pretendió defenderse de las evidencias que se acumulan en su contra. Rafecas llegó al juzgado federal en tiempos de Kirchner y fue parte de la saludable renovación de ese período inicial. Se concentró en temas de derechos humanos y discriminación. También le tocaron causas por corrupción, como el escándalo de las coimas en el Senado durante la gestión de la Alianza.
Siempre mantuvo una muy buena sintonía con el Gobierno.
Y fue quien abrió camino al capítulo judicial del caso Papel Prensa, con el que la Casa Rosada buscó complicar a Clarín y La Nación . Ayer Rafecas quedó en la mira de Boudou. Habrá que ver si eso significa haber quedado también en la mira del Gobierno. Podría no ser lo mismo.
En el caso Ciccone, Rafecas se cuidó de evitar que la información del juzgado se filtre a la prensa. Igual Boudou lo tapó de acusaciones. Allegados al juez decían anoche que estaba muy molesto y que “no esperaba para nada” un ataque personal de este tipo. Consideraban que los exabruptos del vicepresidente fueron “injustos, innecesarios, violentos y cargados de prejuicios” . Aún así sostenían que, según interpretaba el juez, de los dichos de Boudou no surgían motivos para que pensara en excusarse de seguir adelante con la causa ni para que fuera pedido su apartamiento.
Amigotes del vicepresidente como el piquetero oficialista Luis D’Elía, distribuían ayer a través de Twitter el número de teléfono del juzgado de Rafecas para que quien quiera hostigarlo pueda hacerlo a voluntad. Esotra forma del escrache, esa metodología fascista . La continuidad del estilo Boudou por otros medios.
Una pregunta inquietante para hacerse es cuánto de este chiquero en el que está metido Boudou es inherente a la sustancia del kirchnerismo . La respuesta sólo podrán darla quienes de verdad comulguen con los objetivos políticos y sociales que dice perseguir la Presidenta, y no los oportunistas que sólo aspiran a participar de la creciente fiesta de sus beneficios.
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