La seguridad y la inflación son dos temas de principal preocupación para el Gobierno nacional. Es casi un hecho que Cristina Fernández será reelegida y que gobernará 4 años más al país.
Lo que no es un hecho, es que decisiones tomarán desde el Gobierno, si sanear la economía, levantar el índice de desempleo y mejorar la inseguridad. Son problemas que la Presidenta se hereda a sí misma.
La inflación es quizás el problema más grande en lo que incumbe a la Economía, por el impacto social que tiene, y por los dibujos que supo y suele realizar el INDEC comandado por Guillermo Moreno. Un discurso que pocos creen y que el kirchnerismo no logra entender. No solo niega el ajuste permanente de alza de precios, sino que además se permiten decir que la pobreza es del 8,3%, cuando las mediciones más realistas la ubica entre el 20 y el 25%.
El Gobierno ya dio muestras de que algo se "quiere" cambiar. Con el buen resultado que esperan de parte de las urnas, uno de los temas más difíciles y sensibles que tiene que tratar la Presidenta, es la recomposición de salarios y precios entre empresarios y sindicatos. Aquí es donde aparece Hugo Moyano.
El líder de la CGT afirmó que seguirá en su mandato hasta julio del 2012 (fin de su ciclo), pero desde la CGT Azul y Blanda, conducida por el principal enemigo de Moyano, Luis Barrionuevo, aseguran que Hugo no "tiene más ganas de seguir, que no tiene la misma gente de siempre y que no va a terminar el fin de su contrato". La mala relación con Cristina es un punto importante y, quizás el más fuerte.
Moyano cree que algunos empresarios, tienen el visto bueno para hablar de aumentos salariales por debajo de la inflación real.
La inseguridad es otra cuenta pendiente del Gobierno: los cruces con Mauricio Macri son sabidos, pero las mayores tensiones se ven venir con Daniel Scioli porque su ministro Ricardo Casal estuvo en el medio de una ofensiva kirchnerista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario